jueves, 4 de octubre de 2012

SAN FRANCISCO DE ASÍS



Santo de ayer y de hoy, su testimonio traspasa los límites geográficos. Dicen que es el santo que más se parece a Cristo. 

Personalmente le amo mucho. Tenía unos 18 años cuando me regalaron un libro que se llama: SABIDURÍA DE UN  POBRE, de Eloi Leclerq.      Fue mi 
libro de cabecera durante muchos años. Me sé de memoria muchos párrafos. Te animo a leerlo si no lo has hecho. Nos acerca al evangelio de tal manera que nos entran muchas ganas de aprender y vivir algo de Francisco.

Luego he conocido a una comunidad de hermanas clarisas a las que amo mucho y que me han hecho visible y concreta la llamada de San Francisco. Su vida es pura sencillez, fraternidad y compartir en la pobreza. 

También tengo otra amiga clarisa en otro monasterio. 

Hace años conocí a Seve, también franciscano. Un día nos pagó a un grupo muy grande la consumición que cada uno hizo. Dijo eso es la pobreza: compartir... compartiendo uno se empobrece. 

Hno Diego de la Comunidad
de los Antonianos en Madrid.
Hace muy poco he conocido a un hermano franciscano de 94 años: Hno. Diego. Su sentido del humor, su pobreza incluso externa, su bondad y oración llegaron muy fuerte a mi corazón. Se ha quedado ciego, le regalan lupas para leer pero no quiere ya nada más que amar.

También tengo una amiga que se siente franciscana desde su juventud. Un día iba con ella por la calle y se acercó al mendigo que vendía cosas que le daban para sobrevivir. Ella también le llevó algo y dialogó con él como un gran amigo.  


Francisco y su espíritu sigue hoy vivo.

y el mundo necesita de su ecologismo, oración,  pobreza, amor universal... 

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