lunes, 29 de noviembre de 2010

M Luisa, Tere y Mary tenían los OJOS BIEN ABIERTOS

Tres mujeres que han pateado, amado y servido a un barrio de Granada muy querido. Alrededor de treinta años acercándose cada día a los más vulnerables, pequeños y frágiles del barrio. 

Casi nadie lo sabía... Ellas, día a día, fueron corazón, manos y pies para mucha gente concreta. Pertenecían al grupo de Cáritas de la Parroquia. 

Tenían los ojos bien abiertos para descubrir dónde estaba Jesús sufriendo. Personas a las que su casa se le hundía, a las que les faltaba el pan de cada día, a las que la soledad las hacía vivir situaciones muy límites, ancianos desvalidos, sin ducha en su casa, a veces con un pequeño infiernillo para guisar y calentarse...

En Navidad movilizaban a más gentes de la comunidad cristiana a ir cantando villancicos y llegando con un poco de calor y delicadeza a cada uno de los ancianos y enfermos del barrio.

Cada vez que había una marcha por los pobres y con los pobres de la Tierra allí trataban de estar.

Se dice pronto...¡Sólo en unas líneas tantos años de servicio humilde y callado! 

Como ellas, muchas mujeres y hombres, desde el anonimato llegan al corazón de los que sufren.  ¡de ellas, de los pequeños  es el Reino! Gracias, Señor.

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