viernes, 24 de enero de 2014

MÁRTIRES DEL NACISMO 3 - SANTIAGO GAPP


JAKOB GAPP (1897-1943), Marianista



ÚLTIMA CARTA DEL BEATO SANTIAGO GAPP S.M.

el día de su martirio (13.Ag.1943)



Queridos primos y primas, querido Seppl y queridos todos: Cuando esta carta llegue a vuestras manos, estaré ya un mundo mejor... Me detuvieron en territorio francés el 9 de Noviembre del año pasado, me llevaron a Berlín, y finalmente me han condenado a muerte el 2 de Julio, fiesta del Sagrado Corazón. Hoy será ejecutada la sentencia. A las 7 de la tarde, iré a casa de mi querido Salvador, a quien siempre amé fervientemente. ¡No os aflijáis por mí! Soy totalmente feliz. Naturalmente he tenido que pasar muchas horas penosas, pero he podido prepararme muy bien a la muerte. Tened ánimo, y soportadlo todo por amor a Dios, para que nos podamos volver a encontrar en el cielo. De todos me acordaré allí... Después de una dura lucha interior, me he llegado a convencer de que hoy, es el día más feliz de mi vida... ¡Seppl, mi querido Seppl! No estés triste. ¡Todo pasa, solo el cielo permanece! Rezo por todos. Rezo también por mi patria. Que Dios os guarde. Vuestro en J.M.J. que tanto os quiere. JAGGL (JAKOB GAPP)


13 de agosto de 1943. Berlín. Cárcel de Plötzensee. Siete de la tarde. Galpón de las ejecuciones. Tres hombres alrededor de una mesa: el fiscal Kurth, el funcionario Karpe y el inspector de prisiones Rösler. Han traído al reo:
- ¿Jakob Georg Gapp?
- Sí, sacerdote católico.
Comprobada su identidad le entregan en manos del verdugo y de sus ayudantes. Poco después redactan el acta de la ejecución:
"...El condenado a muerte, que permaneció tranquilo y sereno, se dejó colocar en la guillotina sin ofrecer resistencia. (...) Desde el momento de la entrega del reo hasta el anuncio de la ejecución pasaron nueve segundos".

Nueve meses antes, Jakob Gapp, sacerdote marianista austriaco, había sido detenido en Hendaya, en la Francia ocupada por los alemanes. Unos agentes de la Gestapo, haciéndose pasar por judíos que huían de la persecución nazi, habían ganado su confianza en Valencia (España) donde residía en su comunidad marianista, huyendo de la policía nazi. Lograron engañarle y hacerle pasar a Francia. ¿Su delito? Denunciar la incompatibilidad del cristianismo con la doctrina nacionalsocialista.


No hay comentarios:

Publicar un comentario