sábado, 14 de septiembre de 2013

ACOMPAÑAR Y RASTREAR EL PASO DE DIOS: Mº INÉS GARCÍA CARNICERO,

Yo no tengo palabras para hablar de esta mujer pequeña de estatura pero enorme de espíritu.

Los últimos años tiene un Parkinson que la va disminuyendo mucho.

Allá por el año 88 la conocí. No entré en relación con ella hasta un tiempo después. Por aquel no era la Priora. Poco tiempo de su vida religiosa ha estado sin servir en este ministerio. 

Sé muy poco de ella y no por ella misma. Como Juan Bautista muestra a Jesús: 'Es preciso que Él crezca y que yo disminuya'. Viví con ellas casi un año. Desde poco antes me sé llamada a ser redentorista, no sé de qué 'clase' porque lo que vivo y siento en mi corazón no encaja con lo que ellas viven hoy, según me han dicho. Lo digo porque me ha acompañado más de 20 años en mi camino interior de fe y de oración. ¡Nunca viví algo parecido! Creo que el Cardenal Tarancón se dirigía con ella y más curas de la diócesis de Madrid y gentes  de distintas partes del mundo.  Él decía que tenía un raro equilibrio. Lo que a mí más me llama la atención es su capacidad para escrutar y rastrear el paso de Dios por la vida de la gente. ¡Era como si te viera por dentro! No sé si fruto de su mucha experiencia acompañando o de un don del Espíritu. Creo que las dos cosas pero más bien esto último. 

Abrió el Monasterio al barrio. Desde los años 80 que yo sepa tenían un Taller de Oración (cuando casi nadie hablaba de ello)abierto a todo el que quisiera vivir una oración sencilla y profunda, bien inserta en la realidad de las personas y del mundo. 

Ahora que sus fuerzas fallan y que 'amigos y compañeros se quedan a distancia' como dice el salmista quiero reconocer públicamente todo el bien que me ha hecho.

Siempre la vi poniéndose en el lugar de los más frágiles. Si había que ayudar en la cocina: allí estaba. Si había que tocar la campana al amanecer: allí estaba ella. Si había que limpiar los WC, allí estaba. 

Para mí lo más difícil fue ver cómo realmente asumía en ella a la que en ese momento era la más débil de sus hermanas. Daba la cara como si hubiera sido ella la 'culpable'. ¡ESO ES SER REDENTORISTA! SER VIVA MEMORIA DE JESÚS, asumir al estilo de Jesús lo que Él hizo: cargar con el pecado de la humanidad.

Gracias de todo corazón, MªInés, por tu vida, hecha grano de trigo que se pudre en el surco PARA DAR VIDA ABUNDANTE. 

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