domingo, 2 de diciembre de 2012

MAMITA, TÚ ME HAS ENSEÑADO


En un rincón de la Amazonia una misionera escucha a un campesino:

-Mamita, Mamita...  mira...  a ese hombre que pasa por delante de nosotros tenía que matarle según la ley de mi tribu pero tú me has enseñado que Dios es amor y siempre nos perdona y nos invita a perdonar a nuestros enemigos y yo le he perdonado. 

(LA MISIONERA LLEVA 48 AÑOS EN LA MISIÓN. SIENTO NO HABER RETENIDO EL NOMBRE)

Y hoy recuerdo la oración atribuída a San Francisco: 

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.

Que allá donde hay odio, yo ponga el amor.
 
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. 

Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. 

Que allá donde hay error, yo ponga la verdad. 

Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe. 

Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza. 

Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz. 

Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. 

Oh Señor, 

que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, 

ser comprendido, cuanto comprender, 

ser amado, cuanto amar. 

Porque es dándose como se recibe, 

es olvidándose de sí mismo 

como uno se encuentra a sí mismo, 

es perdonando, como se es perdonado,
 
es muriendo como se resucita a la vida eterna.


(Autoría atribuída a San Francisco de Asís)

No hay comentarios:

Publicar un comentario