I Domingo de Ramos
Año C – 28.3.2010 /
Publicado por Euntes
Lucas 19,28-40 / Isaías 50,4-7 / Salmo 21 / Filipenses 2,6-11/Lucas 22,14 – 23,56
Reflexiones
La entrada en la Semana Santa, la semana grande del amor hasta las últimas consecuencias (Jn 13,1), está marcada este año por la narración de la pasión y muerte de Cristo, escrita por el evangelista Lucas (Evangelio). Esa Passio no es tan sólo historia del pasado: los mismos acontecimientos se repiten hoy. Los personajes de entonces (Caifás, Herodes, Pilato, fariseos, sacerdotes, Pedro, Judas, Cirineo, piadosas mujeres, soldados, Centurión, José de Arimatea…) son emblemáticos de lo que ocurre hoy con relación a Cristo y a los que sufren, con los que Él se identifica (cf Mt 25,35s). Cada persona, cada uno de nosotros puede ser, hoy, en el bien o en el mal, uno u otro de esos personajes de la pasión de Jesús. Hoy, cada uno puede ser, por ejemplo, como las piadosas mujeres, que acompañan a Cristo en su dolor; o ser como el Cirineo, personas capaces de cargar el peso de los demás; o como María, al pie de la cruz...
La entrada en la Semana Santa, la semana grande del amor hasta las últimas consecuencias (Jn 13,1), está marcada este año por la narración de la pasión y muerte de Cristo, escrita por el evangelista Lucas (Evangelio). Esa Passio no es tan sólo historia del pasado: los mismos acontecimientos se repiten hoy. Los personajes de entonces (Caifás, Herodes, Pilato, fariseos, sacerdotes, Pedro, Judas, Cirineo, piadosas mujeres, soldados, Centurión, José de Arimatea…) son emblemáticos de lo que ocurre hoy con relación a Cristo y a los que sufren, con los que Él se identifica (cf Mt 25,35s). Cada persona, cada uno de nosotros puede ser, hoy, en el bien o en el mal, uno u otro de esos personajes de la pasión de Jesús. Hoy, cada uno puede ser, por ejemplo, como las piadosas mujeres, que acompañan a Cristo en su dolor; o ser como el Cirineo, personas capaces de cargar el peso de los demás; o como María, al pie de la cruz...
Tres testigos modernos del mundo misionero nos brindan una ayuda segura en la comprensión y en la celebración del Misterio pascual propio de la Semana Santa. Su palabra nace de la experiencia personal de identificación con Cristo muerto y resucitado.
Por tanto, sus testimonios tienen una resonancia universal: ayudan a vivir la Pascua según la amplitud y la profundidad propias del corazón de Cristo.
“Siempre los ojos fijos en Jesucristo” S. Daniel Comboni (1831-1881), misionero apasionado por la salvación de África, en las Reglas de su Instituto (1871), recomendaba vivamente a los futuros misioneros que contemplaran con amor a Cristo crucificado, para formarse al necesario “Espíritu de Sacrificio”:«El pensamiento perpetuamente dirigido al gran fin de su vocación apostólica debe engendrar en los alumnos del Instituto el espíritu de sacrificio. Fomentarán en sí esta disposición esencialísima teniendo siempre los ojos fijos en Jesucristo, amándolo tiernamente y procurando entender cada vez mejor qué significa un Dios muerto en la cruz por la salvación de las almas. Si con viva fe contemplan y gustan un misterio de tanto amor, serán felices de ofrecerse a perderlo todo y a morir por Él y con Él».
(De los Escritos de D. Comboni, n. 2720-2722).
(De los Escritos de D. Comboni, n. 2720-2722).
“¡Tengo sed!”La entrega total de la Beata Madre Teresa de Calcuta (1910-1997) a la causa misionera tuvo su origen en la contemplación de las palabras de Jesús en la cruz: ¡Tengo sed! La atención a los últimos en la escala social nacía en ella del deseo de apagar la sed de Cristo.«"¡Tengo sed!" dijo Jesús cuando, en la cruz, se encontraba privado de todo consuelo. Renueven su celo para saciar su sed en las dolorosas semblanzas de los más pobres entre los pobres: "Ustedes a mí me lo hicieron". Jamás separen estas palabras de Jesús: "Tengo sed" y "Ustedes a mí me lo hicieron"».
(De los escritos de Madre Teresa de Calcuta).
(De los escritos de Madre Teresa de Calcuta).
Celebrar la Pascua con un “corazón grande como el mundo”. Ésta es la enseñanza del Siervo de Dios, Mons. Óscar Arnulfo Romero (1917-1980), arzobispo de San Salvador, asesinado mientras estaba celebrando la Eucaristía en la tarde del 24 de marzo de 1980.«Celebra la Pascua con Cristo tan sólo el que sabe amar, sabe perdonar, sabe aprovechar la fuerza más grande que Dios ha puesto en el corazón del hombre: el amor. La Iglesia siente que su corazón es como el de María, grande como el mundo, sin enemigos, sin resentimientos».
(De las catequesis de Mons. Óscar A. Romero, en la Semana Santa de 1978).
(De las catequesis de Mons. Óscar A. Romero, en la Semana Santa de 1978).
Palabra del Papa(*) "Puesto que Jesús se entrega totalmente, como Resucitado puede pertenecer a todos y hacerse presente a todos. Su Reino es universal. Esto es posible sólo porque no es la soberanía de un poder político, sino que se basa únicamente en la libre adhesión del amor; un amor que responde al amor de Jesucristo, que se ha entregado por todos. La universalidad, la catolicidad significa que nadie puede considerarse a sí mismo, a su cultura a su tiempo y su mundo como absoluto. Y eso requiere que todos nos acojamos recíprocamente, renunciando a algo nuestro. La universalidad incluye el misterio de la cruz, la superación de sí mismos, la obediencia a la palabra de Jesucristo, que es común, en la común Iglesia. La universalidad es siempre una superación de sí mismos, renunciar a algo personal. La universalidad y la cruz van juntas. Sólo así se crea la paz".
Benedicto XVI - Homilía en el Domingo de Ramos, 5.4.2009
Benedicto XVI - Homilía en el Domingo de Ramos, 5.4.2009
Siguiendo los pasos de los Misioneros
28/3: Domingo de Ramos.- 28/3: B. Cristóbal Wharton (+1600);
29/3: B. Juan Hambley (+1587);
31/3: B. Cristóbal Robinson (+1597) y otros sacerdotes ingleses martirizados bajo Isabel I, reina de Inglaterra.-
30/3: B. Luis de Casoria A. Palmentieri (1814-1885), franciscano, educador; junto con otros trabajó activamente para rescatar a niños africanos de la esclavitud.-
30/3: S. Leonardo Murialdo (1828-1900), sacerdote de Turín, educador, fundador del Instituto de los ‘Josefinos’ para la formación de los niños abandonados.-
31/3/1767: Expulsión de los Jesuitas de España, Portugal y sus colonias en América Latina. Seis años más tarde (1773), tuvo lugar la supresión de la Compañía de Jesús, benemérita de la evangelización en el mundo entero.-
1/4: B. Luis Pavoni (1784-1848), sacerdote de Brescia, pionero en el campo social, fundador, entregado a la educación humana, cristiana y profesional de los niños.-
2/4: S. Francisco de Paula (1416-1507), ermitaño de vida austera, fundador de los Mínimos.-
2/4: BB.Diego Luis de San Vitores (1627-1672), sacerdote jesuita español, y Pedro Calungsod (1654-1672), nacido en Filipinas, catequista seglar; ambos fueron matados por odio a la fe cristiana y arrojados al mar en la isla de Guam (Marianas, Oceanía).-
2/4: B. María Laura Alvarado (1875-1967), nació y vivió en Venezuela, fundadora, entregada a la asistencia a los huérfanos, ancianos y pobres.
Posted: 27 Mar 2010 05:01 PM PDT
Publicado por Iglesia que Camina
A primera vista diera la impresión de que la escena del Domingo de Ramos se describe para establecer como una especie de contraste con el resto del Ciclo Pascual.
Parecieran dos relatos de lo que debiera significar Jesús en nuestras vidas, ya que luego Jueves y Viernes terminan siendo el reverso de la medalla.La escena de los Ramos no es algo preparado y planificado. Es algo que brota espontáneo del corazón de la gente sencilla cuando no es manipulada por otros intereses y otras ideas e ideologías porque luego la gente tomará otras actitudes frente a Jesús.Alguien habló de “ideas y vidas de segunda mano”. Es que con frecuencia no pensamos por nosotros mismos. Nuestras ideas no suelen ser nuestras, todos vivimos un poco de las ideas de unos cuantos, que nosotros terminamos haciéndolas nuestras. Nuestras mismas vidas, con frecuencia, responden más a lo que los demás esperan de nosotros que a lo que nosotros hemos pensado y decidido.
Al no ser preparado quiere decir que “Dios siempre es sorpresivo”, “impredecible”.
Todo es cuestión de saber reconocerle en nuestro camino, saber que es Él y no uno más de los peregrinos.
Un cuestionamiento: La cristiandad no se escapa de esto. También entre nosotros podemos vivir “vidas de segunda mano”. Eso es falta de originalidad. La gente que lo aclamó el Domingo de Ramos es la misma que luego clamará pidiendo su muerte. ¿Qué pasó? Alguien sembró en la gente otros sentimientos. La gente se deja fácilmente manipular y entonces no es ella misma sino víctima del interés de otros.Hay preguntas que debiéramos hacernos cada día: ¿Mi vida es mía o es de segunda mano? Imitación de los demás. ¿Qué pensarán los demás? ¿Mis ideas son realmente mías o pienso con la cabeza de lo que piensan los demás? De lo que he leído, de lo que se dice en el ambiente. Sobre todo, mi experiencia de Dios es personal o simplemente vivo del ambiente o de lo que leo.
La experiencia de Dios es la contemplación donde cada uno logra esa originalidad de experiencia porque es ahí donde Dios me habla personalmente.¿Cómo reconozco cada día al Dios que se me cruza en el camino de mi vida?
En esta Hoja Dominical apuntamos algunos pensamientos que nos ayuden a vivir con mayor profundidad esta Semana Santa que hoy comienza. Consérvala y reflexiona a solas contigo mismo. No dejes que estos días pasen desapercibidos en tu corazón.
“PADRE PERDÓNALES,PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”.
No es fácil morir y menos todavía morir con la conciencia de ser inocente. Tampoco es fácil morir, perdonando. Nunca es fácil perdonar porque se revelan todos nuestros sentimientos interiores. Todavía es más difícil, cuando uno tiene conciencia de que a uno lo han condenado por falsas motivaciones, por falsos intereses y tomando a Dios como testigo de una culpabilidad que no se tiene. Sin embargo, el perdón es hoy por hoy, la única manera vencer la injusticia y los intereses de los poderosos.
Jesús no responde al poder con el poder.
A la injusticia con más injusticia.
Jesús no responde con el resentimiento a los que le ofenden.
No responde a la acusación acusando.
Jesús no responde matando a los que matan.
Jesús no vino a dejar las cosas como están,
vino a cambiar el sistema.
Y los sistemas no se cambian haciendo lo mismo que los otros hacen.
El poder no se cambia con más poder.
El odio no se cambia con más odio.
La injusticia no se cambia con más injusticia.
El mal no se vence con el mal.
Esa es la razón del perdón.
El perdón cambia el sistema del poder por el de la debilidad.
Cambia el sistema del odio por la debilidad del amor.
Cambia el sistema de la muerte el poder de la vida.
Lo interesante en todo esto es que Jesús muere no mirándose a sí mismo, no encerrándose sobre sí mismo,
sino tal y como vivió,
pensando en los demás, preocupado de los demás.
El hecho del perdón es la mejor manera de situarse por encima de sus sufrimientos y abrirse a la realidad de los que tiene a su lado. El perdón de Jesús tiene una originalidad: Es el perdón que cura y sana en la raíz al perdonado. No basta perdonar, el perdón implica necesariamente sanar el corazón del que ha faltado. De ahí que Jesús los excuse diciendo “no saben lo que hacen”, como quien dice: “Su ignorancia los disculpa.” No han sido malos, sencillamente se equivocaron. Perdonar es dejar bien al que se le perdona. El perdón que humilla no perdona. Por eso el perdón tiene una doble fuerza: transformadora y recreadora. Transforma al perdonado y lo recrea porque lo recupera y lo levanta. La fuerza del perdón que para muchos parece debilidad, es mucho mayor que la fuerza del poder porque el poder siempre humilla, hunde y destruye. La victoria del poderoso sólo es posible destruyendo al otro. La fuerza del perdón no destruye sino que recrea, renueva al otro.
Por eso mismo, el perdón de Jesús en la Cruz, es mucho más que una acción buena, un acto de virtud, es mucho más: es el símbolo del cambio de sistema, es la expresión del Nuevo Reino que Él anunció.
"TENGO SED". La vida está hecha de sed. Más de la mitad de nuestro cuerpo es agua. El espíritu que llevamos dentro es todo agua, porque es todo sed.
Sed de vida.
Sed de amor.
Sed de Dios.
Sed de los hombres.
Sed de todo.
Jesús muere con la sed quemándole todo por dentro...
Jesús muere con la sed de amar hasta el final.
Jesús muere con la sed de darse entero hasta el final.
Jesús muere con la sed de revelar y manifestar el rostro y el corazón de Dios.
Jesús muere con la sed de que todos los hombres reconozcan a Dios.
Jesús muere con la sed de que todos los hombres se salven.
El que tiene sed piensa en el agua.
Jesús sediento en la Cruz piensa en los hombres, en cada hombre.
Jesús sediento en la Cruz piensa en amar y amar a todos y cada uno de los hombres. Jesús sediento en la Cruz piensa en la salvación, en la salvación de todos y cada uno de los hombres.
Hay una sed que no se apaga con agua, sólo se apaga dando y entregando la vida por los demás.
"PADRE, EN TUS MANOS PONGO MI ESPÍRITU".
A Jesús le crucificaron, pero no lo mataron...
A Jesús nadie puede quitarle la vida...
Jesús entrega su vida.
La muerte no mata a Jesús.
Es Jesús quien voluntariamente acepta la muerte en su cuerpo.
Cuando la muerte comienza a invadir todo nuestro ser, ya no nos quedan sino unas manos y unos brazos.
Cuando el niño nace, sólo le quedan las manos y los brazos calientes de la madre.
Cuando Jesús muere, ya nada le queda sino las manos calientes y los brazos largos y amorosos del Padre.
Cuando las manos de los hombres se niegan a acogemos, aún quedan las manos de Dios Padre siempre abiertas para acariciarnos.
Cuando los brazos de los hombres se niegan a abrazarnos, aún quedan los brazos de Dios siempre dispuestos a estrecharnos contra su corazón.
Siempre podremos decir como hijos:
"Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu."
"Padre, en tus manos pongo mi existencia."
"Padre, en tus manos pongo toda mi vida."
«DIOS, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?"
«DIOS, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?"
¿Dónde está Dios en la Cruz de Jesús?
Está, pero no se le ve.
Está, pero no se manifiesta.
Está, pero no actúa...
Es terrible saber que Dios está ahí, a nuestro lado, buscarlo con toda el alma y no lograr verlo.
Hay presencias que son abandonos. Hay muchas presencias que son terribles soledades.
Hay ausencias que son presencias.¿Dónde está Dios en esos momentos difíciles de la vida en los que todo se nos oscurece y no hay ni un rayo de luz en el alma?
Está donde tiene que estar.
Está ahí, pero está como Dios, una presencia sin rostro.
¿Dónde está Dios cuando le gritamos nuestra angustia en la oración?
Está ahí, a nuestro lado, como el rostro que se busca en las tinieblas.
¿Dónde está Dios cuando todos nos abandonan y sólo nos queda Él?
Está ahí, junto a nosotros, a nuestro mismo lado, aunque nuestras manos no puedan estrechar las suyas.
JUEVES SACERDOTAL
El Jueves Santo este año adquiere nueva vida. Estamos en el Año Sacerdotal. En el Jueves Santo, Jesús al instituir la Eucaristía instituye también sus ministros, el sacerdocio. Benedicto XVI escribe en su Carta a los Sacerdotes: “El Cura de Ars era muy humilde, pero consciente de ser, como sacerdote, un inmenso don para su gente: "Un buen pastor, un pastor según el Corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina." Hablaba del sacerdocio como si no fuera posible llegar a percibir toda la grandeza del don y de la tarea confiados a una criatura humana: "Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría... Dios le obedece: pronuncia dos palabras y Nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña hostia..."
Explicando a sus fieles la importancia de los sacramentos decía: "Si desapareciese el sacramento del Orden, no tendríamos al Señor. ¿Quién lo ha puesto en el sagrario? El sacerdote. ¿Quién ha recibido vuestra alma apenas nacidos? El sacerdote. ¿Quién la nutre para que pueda terminar su peregrinación? El sacerdote. ¿Quién la preparará para comparecer ante Dios, lavándola por última vez en la sangre de Jesucristo? El sacerdote, siempre el sacerdote. Y si esta alma llegase a morir [a causa del pecado], ¿quién la resucitará y le dará el descanso y la paz? También el sacerdote... Después de Dios, ¡el sacerdote lo es todo!... Él mismo sólo lo entenderá en el cielo."
VIGILIA PASCUAL
La noche del sábado está marcada por la gran Vigilia Pascual en la que ya se celebra la Resurrección del Señor.
Se trata de una liturgia larga, ya que se leen siete lecturas del Antiguo Testamento, como una síntesis de la historia de Dios con su pueblo.
Desde antiguo se ha considerado una noche bautismal. Por eso se bendice el agua de la pila bautismal y se aconseja celebrar algunos bautizos en esa noche.
La comunidad renueva las promesas bautismales, como señal también de nuestra resurrección.
El lugar central de esta celebración es el Cirio Pascual, símbolo de Cristo resucitado, luz del mundo, y que se encenderá en todas las misas de los domingos de Pascua hasta la Ascensión, que en la Vigilia encenderemos nuestras velas como expresión de que también nosotros estamos iluminados por el Resucitado.
Por eso conviene traer una vela “bonita” que luego podamos conservar todo el año en nuestro hogar.
Antes estas celebraciones se hacían por la mañana. Desde que la pasaron a la noche no han logrado todavía conseguir su verdadera importancia en la vida de los cristianos.
Cada vez se nota una mayor asistencia, pero aún no la hemos valorado adecuadamente, posiblemente por falta de una verdadera catequesis.
Actualmente se le está dando mucha importancia a la Pascua de los Jóvenes, como una manera de que vayan descubriendo el misterio de Jesús. En muchos lugares esto se hace de una manera muy masiva.
Que el Señor nosayude a PASAR de la aclamación a comulgar en su PASIÓN Y A LA PASIÓN QUE SIGUE VIVIENDO EN LOS HERMANOS QUE SUFREN... SIN OLVIDAR QUE TERMINA EN LUZ Y RESURRECCIÓN.
ResponderEliminar