Todas las mujeres digamos como María
Aquí está la esclava del Señor,
por lo que tengo en el vientre.
Me felicitarán toda la generación
porque les baja la descendencia.
No llevaré pero en mi conciencia.
Su nacimiento era muy hermoso.
No envidiará a los poderosos.
Será rico en el amor.
Los soberbios son tan pobres,
que tienen vacío el corazón.
A nuestros padres prometió el Señor,
que tendría misericordia
a nuestra generación.
Si somos fieles, nos humillamos
y buscamos su Presencia.
Por tanto doy gracias
al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Estas Magnificas
son espejo de María.
Si nos sabemos mirar
nos llenará de alegría.
Ceferina Sánchez
Madrid, 16 mayo 2009
Ceferina es una anciana militante de la HOAC.
ResponderEliminarMujer comprometida con su tiempo y, actualmente, miembro de la fraternidad seglar redentorista contemplativa.